Los días pasan, de a poco el calor, el verano comienza su retirada, las tardes comienzan a ser mas heladas, de a poco el uso de pantalón corto y el andar sin polera queda atrás, pero los recuerdos quedan…como olvidar.
No recuerdo el momento exacto en que todo se volvió más complejo, cuando en un punto de mi vida pensé que había encontrado cierto equilibrio comenzó el decaimiento físico, las largas hrs. en medico, las largas hrs. en hospitales, los tratamientos, exámenes, etc…y miro y veo que todo sigue casi igual…aun sigo preguntando al cielo…cual es la revancha?…cual es mi 2da oportunidad?…
Recuerdo las hrs. que pasaba con mi abuela, las tardes enteras jugando cartas o al gran santiago, el almorzar los fin de semana con ella y que me esperara con la tele prendida y los partidos de la premier league, aun cuando poco entendía de fútbol sabia que yo amo la camiseta roja del Liverpool FC. Podía estar hrs. hablando con ella, de sus recuerdos, de sus memorias de niña, podía estar hrs. con ella en su cocina, ayudandole a cocinar y a la vez aprendiendo, aunque me cargaba el control que muchas veces tenia, las mil llamadas que hacia para saber donde y con quien estaba, las caras que me ponía cuando yo llegaba tarde o no llegaba a la hr. que decía o simplemente no llegaba, extraño eso…extraño el acostarme a su lado o tomarme una tasa de té con ella, extraño su sonrisa, su risa…recuerdo el día que me hospitalice, cuando a las 5 am, antes de irme al hospital ese 21 de Julio, me pase a despedir de ella pensando quizás que no la volvería a ver y ella estaba despierta, triste, llorando, le deje mi cadena, la misma que ella me había regalado cuando era pequeño, la cual desde que la tuve en mis manos nunca me la saque, se la deje y le dije que me la cuidara, que me la tuviera, que me la devolviera cuando yo volviera a casa…recuerdo un día viernes, yo llevaba más de 1 semana hospitalizado, me habían operado 2 veces, ese día llovía, mi madre había venido a verme en la mañana, por lo cual yo no esperaba visita en la tarde, estaba durmiendo cuando de pronto me tocan mi pierna, despierto y era mi abuela con mi mamá, mi abuela en su silla de ruedas me había ido a ver, creo de que todos los días que estuve en el hospital ese día fue el mejor. De ese día han pasado más de 8 meses y mi abuela ahora esta hospitalizada, agonizando, me reconoce a ratos o simplemente no sabe quien soy y solo los dioses saben cuanto la extraño…cuanta falta me hace, las pocas cosas buenas las saque de ella, el perseverar, el pelear día a día el no dar espacio para rendirse, mi mamá dice que también herede su carácter, carácter fuerte, pero noble según ella…
No se cuantos días me queden con ella, cuantos minutos pueda tenerla, de a poco ella se despide, de a poco se apaga, de a poco ella muere, de a poco una parte de mi también muere con ella, por que si alguna vez hable de cerrar ciclos, creo que mi infancia, adolescencia, juventud se van con ella, ella ha estado ahí hasta el día de hoy y siempre diré que todo lo que soy es gracias a ella…
te extraño y te extrañare “mamá” Maria, pero se que ya diste suficiente…y con esto antes de que digas adiós solo me queda decirte…gracias…
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