Los recuerdos de mi infancia siempre los tengo relacionados contigo, desde la lectura y enseñanza, hasta los juegos de mesa. No hay un recuerdo importante en mi vida en el cual tú no estés, al igual que mis papás, siempre ahí, en los momentos alegres o momentos dolorosos.
No es fácil y nunca lo ha sido, pero siempre me enseñaste a salir con la frente en alto ante cualquier situación, no importa que tan profunda sea la zanja, uno se debe parar y continuar, total todo tiene solución, menos la muerte y siempre puede ser peor.
Siento que fueron muchas las cosas que no te dije, tengo una culpa enorme al sentir que no tuve tiempo suficiente, aun cuando vivías al lado mío...muchas veces cometí el error de llevarte la contra y odiaba cuando fallaba y me decías: "te lo dije Pipe..."...Ahora que recuerdo eso, a pocos le aguanto que me digan "Pipe" es el apodo por mi 3er nombre, pocos me llaman así, los que me conocen, tú me conocías bien, demasiado bien, sabías cuando algo iba mal o cuando mis demonios internos comenzaban a tragarme, muchas veces me rescataste de mis laberintos, de mis penas, con cosas simples...la belleza esta en lo simple, en los gestos, en un abrazo, un beso, una sonrisa...que no daría por volver a tener uno de esos gestos tuyos.
Estés donde estés aun cuando yo no celebro la navidad, te digo...Feliz navidad...gracias por todo y si tuviera que pedirte un regalo seria que ojala esta noche sueñe contigo.
Te amo viejita.
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