lunes, 17 de noviembre de 2014

Hay un fuego en el cielo y sé que eres tú...

No podría decir que todo es malo, al final el camino que elegí me ha definido como persona, comprendí después de mucho dolor, rabia y un odio enorme, que al final de todo este tormentoso paseo jamas estuve solo...te perdí, eso me mato, me llevo a renunciar a mis creencias, fue el golpe que sacudió todo, me consumí en el odio, deje que me llenara y camine con el casi 3 largos años, me avergoncé de creer, repudie los símbolos que para mi eran sagrados, me auto-convencí que toda la culpa era del mundo, acepte mi dolor, lo abrace, deje que se irradiara, pensé y cuantas veces escribí que sería el odio y el dolor lo que me harían ponerme de pie, luego de mucho andar y de tantas caídas comprendí que estaba equivocado...Al final de toda tormenta hay paz.

Me he dado cuenta de cuan equivocado estaba y al final de todo, cuando comprendí que bajar la cabeza y aceptar las cosas era lo primero que debía hacer, cuando comprendí que no siempre es malo caer de rodillas, hay veces que es necesario para volver a levantarse, fui capaz de mirarme nuevamente a la cara y aceptar...pido de verdad perdón por todo lo dicho, hecho.

No necesito enclaustrarme ni mucho menos congregarme...cuando más fue mi soledad estuviste a mi lado como siempre lo has hecho, no me abandonaste cuando perfectamente podías hacerlo y se que cuando el cielo lloraba o se iluminaba en cada paso, en cada recorrido eras tú, ahora se que "cuando hay fuego en el cielo...eres tú"...te amo y te amare toda la vida, aun cuando desearía volverte abrazar, sentir tu voz, se que estas mejor...gracias vieja mía, a casi 3 años de tú partida me sigues guiando.

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